AQUÍ ENCONTRARAS HISTORIAS DE TERROR PARA PASAR UN RATO DE MIEDO
SLENDERMAN
Era un chico simple y normal pero en la escuela sufría los demás lo odiaban cuando pasaban en sus autos le gritaban diciéndole "marica" el se preguntaba diciéndose por que me odian tanto que e echo para que me odien tanto estaba cansado y ya no podía mas dijo de todoos modos me mataran en cualquier momento porque no hacerlo ya yo y sin dolor me quitaría la vida en mi cuarto pero aunque odiara a todos en mi casanoera tanto para causarles un trauma bueno fui a un puente y cuando estaba apunto de acerlo apareció un hombre y me dijo oye que haces termino con esto ya es hora dije, el respondió no espera te ayudare, no ya es mi tiempo ya tengo que morir no lo agas yo te ayudare soló dejame explicartelo , bueno entonces me tomo y me arrastro y dijo que diríais si te digo que te puedo hacer diferente otra persona y comensar de nuevo y respondí como, y el dijo acompaña me saco una jeringa con un liquido verde y me arrastro.
Cuando desperté estaba en un contenedor y por alguna razon tenia puesto un traje y dije ¿que pasa?¿donde estoy? el hombre dijo ya esta listo te cambiare el rostro e decifrado esto empieza y empecé ha sentir como se serraban mis ojos y mi boca , derrepente o no! hay un error error en reconocimiento error ,error, error,
no tengo que guardar el experimento aun no se completa la transformación derrepente se oyó una explosión y todo se apago.
Desperté de nuevo esta ves entre escombros del lugar donde estaba apenas veía pero después vi mejor sentía la boca como si hubiera sido cosida con agujas e ilo mi naris estaba tapada pero de alguna manera no la necesitaba para respirar mis brazos y pierna las sentía raras me tomo un minuto para recuperar el control camine sobre los escombros y encontré una pierna desmembrada y un rastro de sangre así lo seguí asta un pasillo y hacia una puerta oía gruñidos y abrí la puerta y habia un policía quitando losas y escombros buscando a alguien entonces volteo y me vio cuando me vio grito y corrio trate de hablarle y gritar para que se detubiera pero yo no podia ablar entonces lo perseguí senti como si conforme corria mis piernas se estiraba y lo alcanse lo tome y derrepente salio un tentaculo de mi braso y lo atrabezo me maldijo y callo que a pasado dije y vi entré su cadáver un agujero enorme en su pecho yo no podía ayudarle mas seguí buscando el rastro de sangre y lo encontré al hombre estaba debajo de una biga intente levantarla pero en ese momento los tentáculos salieron y quitaron la biga sin problemas sin esfuerzo pero arrojaron el cuerpo del hombre sobre la pared y un chorro de sangre me salpico entonces intente escapar pero era un callejón sin salida seguí asta que encontré un cuarto de baño era justo lo que necesitaba para lavarme la sangre y me vi en el espejo y me di cuenta de que no tenia cara yo vivo en las mentes y pesadillas de los jóvenes y hombres gracias a ese hombre después de esto descubrí lo que podía hacer mis poderes puedo estirar mis brazos y mis piernas sacar tentaculos de mi espalda pero todo lo que quiero es un amigo por eso busco personas niños son los únicos que no me ven con temor me gusta jugar con ellos pero no siempre puedo controlar mi cuerpo derrepente me da un des lis y se muere alguien pero no es mi culpa solo busco compañia me gustan las fotografías entrar en ellas siempre hay personas que toman fotos de la vida silvestre del bosque así que decidí vivir allí pero cuando me acerco a alguien para verme en la foto ellos ullen y una cosa lleva aun otra y derrepente alguien mas muere en mis manos te juro que nunca lo ago con intención pero siempre pierdo el sentido de todo ya no se ser una persona parece que siempre mat6are a alguien pero te diré algo cuando me veas no ullas corre hacia mi y da me un abrazo dame la bienvenida significaría mucho para mi y eso podría salvar tu vida solo piensa lo y no me temas por que yo soy slenderman gracias por oír mi historia gracias.
CASTIGO DEL TIEMPO
Momentáneamente, el aislado cuarto sin ventanas quedó envuelto en la penumbra a causa de una violenta variación en el voltaje. Un clic metálico se escuchó de pronto, y una nube de color verdoso brillo bajo la pálida luz de una lámpara de escritorio. Roger Krankeit sonrío complacido; no tenía fuerzas para más. Su mayor invento, finalmente, estaba hecho. Después de días y noches de trabajo y sufrimiento, la mayor creación de la imaginación humana había tomado forma: Krankeit acababa de inventar la tan soñada máquina del tiempo. Orgulloso, contempló con deleite el pequeño artilugio lleno de cables y minúsculos botones. Era pequeño, en efecto…perfecto para ser utilizado cuando Krankeit lo dispusiera; perfecto para cumplir todas las posibilidades que había imaginado. Podría viajar al pasado y absorber el conocimiento de las épocas y los grandes científicos. Conocería a Bohr, Einstein o al mismo Galileo. Mejor aún, viajaría al futuro y utilizaría sus conocimientos para aplastar a los hombres de ciencia modernos…podía hacer todo lo que quisiera.
Pero la ambición de Krankeit fue más allá de lo que había imaginado hasta entonces.
Sus pensamientos formaron una idea ansiosa y punzante: iría hasta el momento en que el hombre apareció en el mundo. Contemplaría a los primeros humanos y, tal vez, hasta podría convertirse en una figura de adoración al revelarles secretos y enseñanzas. Sí…sería un Dios para ellos.
El artilugio emitió un largo zumbido y dejó escapar una nube de humo amarillento por su punta en forma de espina. Estaba ansioso por ser utilizado…
¡Al diablo el presente! Krankeit escaparía hacia el pasado y formaría su propio futuro, un futuro en que el fuera el hombre más grande. Presionó algunos botones y su máquina quedó lista para el viejo. Antes de ello, Krankeit se dirigió hacia un destartalado escritorio y tomó un viejo y pesado revólver de calibre .45 Colt.
Potencia, justo lo que requería para su expedición. No sabía con que bestias prehistóricas podía enfrentarse…lo mejor era ir bien preparado. Guardó el arma en un bolsillo de su blanca bata de laboratorio y tomó entre sus brazos al pequeño artilugio. Bajó un par de palancas e –inmediatamente- una niebla obscura y espesa cubrió sus ojos.
Una nausea terrible se apoderó de el y sintió que la cabeza se desprendía de su cuello. La niebla, poco a poco, comenzó a disiparse, y Krankeit pudo ver con claridad. No se encontraba ya en su miserable cuarto de trabajo. Ante sus ojos se extendía una llanura gigantesca y solitaria. En el cielo brillaban tres soles anaranjados, y una serie de arbustos completamente desconocidos poblaban el suelo fértil, hirviente de insectos negros y asquerosos. Algunas cuevas, probables refugios de bestias, podían ser observadas a lo lejos, y Krankeit dirigió sus pasos hacia ellas; la fascinación inicial se había convertido en la ansiedad del descubridor. Al acercarse a una gruta y encontrarla vacía, escuchó un ruido sordo que provenía de su espalda. Giró su cuerpo y dejó escapar un grito al observar la cosa que había estado detrás de el. Un ser horrendo, semejante a un mono deforme, lo miraba detenidamente con unos ojos gigantescos y brillantes. El ser caminaba a cuatro patas, siendo estas velludas y enormes, como las de un gorila. El monstruo abrió su horrenda boca, dejando ver una hilera de dientes putrefactos y una lengua negra, mientras emitía un aullido temible, salvaje. Krankeit no esperó más. Con un movimiento rápido echó mano de su revólver y descargó un tiro contra la bestia. La detonación sonó brutalmente, y el eco se encargó de repetirla. El monstruo cayó al suelo, herido fatalmente. Por un momento intentó arrastrarse por el suelo, dejando un camino de sangre verde y hedionda, pero Krankeit apretó el gatillo de nueva cuenta. La bala penetró en uno de los ojos de la bestia, destrozando su cerebro y matándolo finalmente. Todo quedó en profundo silencio después. La pequeña máquina del tiempo gritó a su manera, con un zumbido profundo y metálico. Sobresaltado, Krankeit contempló con horror como el artilugio comenzaba a desmoronarse poco a poco. Como si un terrón de polvo deshecho por el viento se tratara, la máquina desapareció con lentitud, quedando en su lugar el vacío más completo. Por un momento
Krankeit quedó en shock, pero eso duró poco, puesto que no pudo evitar llorar de pánico al ver que él mismo se desintegraba. Manos, piernas, brazos…su cuerpo se deshacía inevitablemente, hasta que no quedó absolutamente nada. En la llanura silenciosa, sólo permanecieron los insectos, que quedaron destinados a dominar la tierra desde ese momento. Miles de años de civilización humana se desintegraron con
Roger Krankeit. Con su pesado revólver .45, había matado al primer antepasado del hombre.
El secreto del orfanato
Se pensaba invertir millones en la restauración de un antiguo orfanato que permaneció abandonado más de 60 años, a causa de un terrible incendio. Se pudo comprobar que aquel lugar en sus mejores tiempos, tuvo una taza mayor del 80% de niños reintegrados a un hogar. Sin importar que estos hayan contado con una discapacidad o defectos de nacimiento, de igual manera se le brindaban ahí los mejores cuidados de los médicos más prominentes, y era este el concepto que quería rescatar, pues ahora funcionaria como hospital infantil gratuito para familias de escasos recursos.
Se contrató un nuevo vigilante nocturno para el edificio… el número 32 en la cuenta, pues los que pasaron antes, habían terminado desaparecidos, locos y muertos en circunstancias extrañas. A pesar de haber sido advertido de todo esto, Salvador aceptó el empleo, y esa misma noche se encontraba dando la ronda por el lugar abandonado.
En un punto de su recorrido, en el lugar donde solía estar la cocina, escuchó golpes ydesesperados gritos que le hicieron correr unos metros hacia atrás, pero recordando su deber, volvió hasta la cocina, abrió la pesada y oxidada puerta, que hizo rechinar las entrañas del edificio, con una cadena de ecos, que le crisparon los pelos.
Quiso entrar con cautela, pero la puerta se cerró detrás de él velozmente, empujándolo frente a un viejo horno, del cual provenían los gritos, y que se sacudía estrepitosamente, lanzando eructos de fuego que enrojecían la cara del extrañado hombre.
Cuando se acercó para tratar de apagarlo, a través de una pequeña ventanilla de cristal, vio horrorizado que aquellos gritos pertenecían a alguien que se consumía por las llamas infernales de aquella caldera. Con toda su fuerza y sin importar quemarse las manos, trataba de abrir la pesada puerta y liberar a quien se retorcía de dolor ahí dentro…
Pero todo fue en vano, aquella persona se quemaba ante sus ojos llenos de lágrimas, y él no podía evitarlo. Vio fijamente a través del cristal, pidiendo perdón por no poder ayudar, entonces un rostro calcinado saltó desde el fondo, mirando fijamente con el único ojo que le quedaba, empujó la puerta, esta se abrió lentamente, retorciéndose y aun en llamas, piernas, torsos, brazos, manos, empezaron a salir una tras otra, detrás del pobre sujeto que no había hecho otra cosa más que intentar ayudar…
Todos eran pequeños, sin duda de niños… como todos aquellos que alguna vez desaparecieron ocultos tras el engaño de que había sido entregados a una buena familia, cuando en realidad fueron quemados en aquel horno después de haber realizado terribles experimentos con ellos, y algunos otros, habían terminado servidos en la cena de sus compañeros, habiendo pasado primero por las navajas de un enorme molino, que aun sangraba…
La mañana siguiente encontraron un guardia más que agregar a la lista, muerto en la cocina, con las manos calcinadas, con una mueca de terror en su rostro cubierto por una sangre que no le pertenecía…
Lo prepararon todo, comenzaron, y como en cada sesión que se precie, uno de ellos, el portavoz, hizo la cuestión de inicio: "Si hay alguien que te moleste aquí, dinos quien es y se irá".
El vaso indicó dos nombres, los dueños de los nombres se miraron sorprendidos y se despidieron de los otros tres. Volverían al pueblo caminando. Ya se verían más tarde.
Dejaron a los otros tres con su sesión de espiritismo y conversaron por el camino. Cuando llevaban unos cien metros andados escucharon un ruido y se giraron: la casa caía derrumbándose sobre los tres chicos que se habían quedado en la sesión espiritista. nunca volvieron a ver a los chicos que se habían quedado en la casa.
Después de la batalla
Un humo tenue como niebla cubría el campo de batalla. Sobre lo que hasta la mañana fuera
una simple pradera, se desparramaban cuerpos de soldados y caballos. A la distancia sonaban disparos de mosquetes; un bando huía y el otro le daba caza.
Tendido sobre el pasto, boca arriba, estaba Oliver, herido en una pierna pero aún vivo.
Tras recibir un balazo cayó del caballo, quedando inconciente por el golpe recibido. Después de una hora de inconciencia las sensaciones fueron volviendo a él lentamente. El olor a pólvora que inundaba el aire le recordó dónde estaba. También escuchó pasos, y desde arriba llegaba el graznido de los cuervos.
Abrió los ojos y ladeó la cabeza. Soldados de ambos bandos se arrastraban por los pastos o
caminaban lentamente, con los brazos colgando y la boca medio abierta.
Oliver observó a uno de los soldados y se estremeció súbitamente. Un sable lo atravesaba
de lado a lado, y la punta salía a la altura del corazón. Enseguida observó a los otros: Uno tenía
un gran hueco en el abdomen, otro un tajo que le abría el uniforme y la carne desde el hombro
hasta la cintura, mientras uno que no tenía piernas ni abdomen caminaba apoyado sobre las manos.
Aquellos hombres no podían estar vivos, estaban muertos, aun así andaban: eran zombies.
Uno de los zombies lo miró, y abriendo más la boca lanzó un largo gemido. Los que le daban
la espalda voltearon y comenzaron a buscar con la mirada. En un instante varios zombies
iban hacia Oliver, abriendo más la boca y extendiendo sus brazos o muñones como señalándolo.
Intentó levantarse pero no pudo. Ya estaba rodeado completamente y algunos ya se inclinaban
sobre él, cuando de repente volvieron a tronar los cañones, y enormes bolas de hierro silbaron
por el aire, y los zombies volaron hecho pedazos.
Oliver no salió ileso, pero no le importó; aquella muerte era mejor que ser devorado por zombies.
Cerca de allí, un hombre observaba la devastación con un pequeño telescopio; a su lado otro
esperaba sus órdenes:
- Parece que eliminamos a la mayoría de los zombies -dijo el que sostenía el telescopio-. Hay que
ir y asegurarse. Recuerde: hay que destruir el cerebro.
- Sí señor -dijo el que esperaba sus órdenes, haciendo una seña después para que los demás hombres avanzaran.
Aquel grupo trabajaba en secreto. Lo habían formado luego de que un puñado de soldados, muertos en un cementerio prohibido, se reanimaran como zombies por causa de una maldición que protegía dicho cementerio.
Hasta ahora cumplían con su trabajo sin mayores inconvenientes, pero pronto iban a enfrentar a su mayor desafío, pues todo un ejército de zombies se había levantado en otro campo de batalla.
Espiritismo
Esta historia me ocurrió de verdad. Antes de esto no creía ni en Dios ni en el diablo, pero ahora...
Todo comenzó una noche en la que decidimos hacer espiritismo unos amigos y yo. Éramos 5 amigos en total, entre ellos mi novia, y lo practicamos en casa de uno de ellos. No sabíamos mucho del tema, habíamos leído algo del tema, pero bueno, lo hicimos un poco a nuestro estilo. Hicimos sitio en el salón y dibujamos un pentagrama (cruz de cinco puntas en un círculo) en el suelo con arroz coloreado de rojo. También colocamos una vela en cada extremidad. Luego nos sentamos alrededor de él, sobre unos cojines.
Habíamos cerrado bien las puertas y ventanas de la habitación. Para dar ambiente pusimos la banda sonora de la película "Drácula" a un sonido muy bajo y comenzamos a leer un encantamiento del "Libro de las sombras". Todo iba bien hasta que algo raro empezó a suceder y los nervios empezaron a aflorar. Empezó a oírse un murmullo en toda la habitación. Además, el techo se movía y temblaban el suelo. Luego apareció una especie de viento... y una a una las velas se fueron apagando, excepto la de enfrente de nuestro amigo que tenía el "libro de las sombras" entre sus manos...
Todos mirábamos a nuestro alrededor y poco a poco el terror se adueñaba de nuestras mentes. La música del reproductor cesó y una voz empezó a murmurarnos algo. Era una voz muy grave, pero no comprendíamos lo que decía. La voz se entremezclaba con una pequeña risa burlona... también algo satánica. Mi novia lloraba... otro amigo temblaba de una manera increíble... hasta que la última vela se apagó y la música del CD volvió. Y como por arte de magia, la luz del salón se encendió. Ahora podíamos ver bien nuestro alrededor. Todo seguía igual, excepto el arroz que ya no formaba un pentagrama, sino un torbellino.
Desde ese día, mis amigos y yo nunca hemos vuelto a practicar espiritismo. Y sólo contamos esta historia en reuniones íntimas. Esta es la primera vez que lo cuento a tanta gente.
Jeff "El Origen":
Jeff y su familia acababan de mudarse a un nuevo vecindario. Su padre había conseguido un ascenso en el trabajo, y pensaron que sería mejor vivir en una de esas casas de "fantasía".
Sin embargo, Jeff y su hermano Liu no podían quejarse. Mientras desempacaban uno de sus vecinos, pasó por allí.
"Hola", ella dijo: "Soy Bárbara, vivo al otro lado de la calle, sólo quería presentarme a mí y a mi hijo", se da la vuelta y llama a su hijo.
"Billy, estos son nuestros nuevos vecinos"
Billy dijo hola y corrió de nuevo a jugar en su patio.
“Bueno”, dijo la madre de Jeff, "Yo soy Margaret, este es mi marido Peter, y mis dos hijos, Jeff y Liu." Cada uno de ellos se presentó, y luego bárbara los invitó al cumpleaños de su hijo. Jeff y su hermano intentaron protestar, pero su madre le dijo a Bárbara que les encantaría. Cuando Bárbara por fin se fue Jeff le preguntó a su madre.
“Mamá, ¿por qué nos invitan a una fiesta infantil? Por si no lo ha notado, ya no soy más un niño.”
"Jeff", dice su madre: "Nos acabamos de mudar aquí, debemos demostrar que queremos pasar tiempo con nuestros vecinos, ahora vamos a esa fiesta y eso es definitivo". Jeff intenta protestar, pero se detiene, sabiendo que él no puede hacer nada. Siempre que su mamá dice algo, es definitivo. Jeff va a su cuarto y se deja caer sobre su cama. Él se acuesta allí mirando a su techo cuando de pronto, tiene una extraña sensación. No es tanto un dolor pero… es una sensación extraña. Él lo ignora y lo confunde con sólo un sentimiento al azar.
Al día siguiente, Jeff camina por las escaleras para desayunar y se prepara para la escuela. Mientras estaba sentado allí, comiendo su desayuno, una vez más tiene esa sensación. Esta vez fue más fuerte, le dio un dolor, como un leve tirón, pero una vez más, lo ignoró. Él y Liu terminaron su desayuno, se dirigieron hasta la parada de autobús. Se quedaron esperando el autobús y luego, de repente, un chico en una patineta salta sobre ellos, a sólo unos centímetros por encima de sus rodillas. Ambos saltan por la sorpresa. "¡Hey! ¿Qué diablos?"
El chico se cayó y se volteó hacia ellos. Pateó la patineta y la cogió con sus manos. El chico parece estar cerca de doce, un año menor que Jeff. Lleva una camisa de Aeropostal y pantalones vaqueros azules algo rasgados.
"Bien, bien, bien. Parece que tenemos un poco de carne nueva." De repente, aparecen otros dos chicos. Uno de ellos es súper delgado y el otro es enorme. "Bueno, ya que son nuevos aquí, me gustaría presentarnos, el de ahí es Keith y él es Troy.
"Y yo" dice el chico, soy Randy. Ahora, para todos los niños en este barrio hay un pequeño precio para el pasaje, si es que me entienden. Liu se pone de pie, listo para golpear al chico, cuando sus dos amigos tiran un cuchillo hacia él. "Yo esperaba que fueran más cooperativos, pero parece que tenemos que hacerlo de la manera difícil." El chico se acerca a Liu, y toma la billetera de su bolsillo, Jeff tiene esa sensación de nuevo, ahora, es verdaderamente fuerte, una sensación de ardor, se pone de pie pero Liu le hace gestos para que vuelva a sentarse, Jeff lo ignora y se acerca a los chicos.
"Escúchame bien pequeño punk, devuélvele la billetera a mi hermano o de otra forma…"
Randy pone la billetera en su bolsillo y saca el cuchillo.
"¿Ah sí? ¿Y qué vas a hacer?" dice Randy con una voz burlesca, mientras pasa el cuchillo frente la cara de Jeff, Jeff en un movimiento rápido toma la muñeca de Randy y se la rompe, Randy soltó un terrible grito y Jeff tomó el cuchillo de su mano. Troy y Keith se asustaron y trataron de huir, pero Jeff es demasiado rápido. Lanza a Randy al suelo y arremete contra Keith, lo apuñala en el brazo. Keith se quita el cuchillo y lo deja caer al piso, Keith cae al suelo gritando. Troy corre, pero Jeff logra alcanzarlo, no necesita ni siquiera el cuchillo. Él sólo le dio de golpes a Troy directamente en el estómago con toda su fuerza. A medida que cae, troy vomita todo. Liu no puede hacer nada sino mirar con asombro a Jeff.
"Jeff, ¿cómo?", eso es todo lo que Liu dice. Ellos ven el autobús que viene y saben que serán culpados por todo el asunto. Así que empiezan a correr tan rápido como les es posible. Mientras corren, miran hacia atrás y logran ver al conductor del autobús corriendo hacia Randy y los otros. Cuando Jeff y Liu llegaron a la escuela, no se atrevieron a contar lo que pasó. Todo lo que hacen es sentarse y escuchar. Liu pensó que su hermano sólo había golpeado a unos cuantos chicos, pero Jeff sabía que era algo más. Era algo aterrador, la sensación de ser poderoso, la necesidad de, lastimar a alguien.
No le gustaba cómo sonaba, pero no pudo evitar sentirse feliz. Sentía que esa extraña sensación desaparecía, y se mantuvo alejada durante todo el día.
Cuando llegó a casa sus padres le preguntaron cómo fue su día, a lo que Jeff respondió con una voz un tanto desanimada: "Fue un día maravilloso."
A la mañana siguiente, oyó que llamaban a su puerta. Caminó hacia abajo para encontrar a dos policías en la puerta y a su madre mirándolo con una mirada de enojo.
"Jeff, estos oficiales me dicen que atacaste a tres niños, que no fue una pelea normal, y que fueron apuñalados."
La mirada de Jeff cayó al suelo, mostrando a su madre que era cierto.
Jeff le contestó rápidamente a su madre:
"Mamá, fueron ellos los que nos atacaron a mí, y a Liu".
"Hijo" dijo uno de los policías, "encontramos a tres chicos, dos apuñalados y uno tiene un moretón en el estómago, tenemos varios testigos que los vieron huyendo de la escena. Ahora, ¿qué nos dice eso?". Jeff sabía que era inútil. Él podía decir que él y Liu habían sido atacados por ellos, pero no había pruebas de que no fueron ellos quienes atacaron primero. No podría decir que no estaban huyendo, porque a decir verdad si lo hacían. Así que Jeff no podía defenderse a sí mismo o Liu.
"Hijo, llama a tu hermano." Jeff no podía hacerlo, ya que fue él quien golpeó a todos los niños.
"Señor... fui yo." Dijo Jeff, "yo fui quien atacó a los niños, Liu trató de detenerme, pero no pudo." El policía miró a su compañero y ambos se sorprendieron.
"Bueno, chico, parece que te espera un año en prisión...”
"¡Esperen!" gritó Liu. Todos se sorprendieron al verlo con un cuchillo. Los oficiales sacaron sus armas y apuntaron a Liu.
"Esperen por favor, no disparen, Jeff es inocente yo hice todo, perdí el control, me golpearon un poco esos punks y me enojé. Tengo las marcas para probarlo." Él levantó su camisa para revelar heridas y moretones, como si hubiera estado en una lucha.
"Hijo, sólo tienes que dejar el cuchillo", dijo el oficial. Liu levantó el cuchillo y lo dejó caer al suelo. Él levantó las manos y se acercó a los oficiales.
"No, Liu fui yo, ¡Yo Lo hice!" decía Jeff con lágrimas corriendo por su rostro.
"¿Eh?, pobre hermano, tratando de tomar la culpa de lo que hice" dijo Liu.
La policía llevó a Liu a la patrulla.
"¡Liu, diles que fui yo, diles, yo fui quien golpeó a los niños!" La madre de Jeff puso las manos sobre sus hombros.
"Jeff, por favor, no tienes que mentir, sabemos que fue Liu, puedes detenerte." Jeff observa con impotencia cómo la patrulla se lleva a Liu en su interior. Unos minutos más tarde, el padre de Jeff se detiene en el camino de entrada, ve la cara de Jeff y sabe que algo anda mal.
"Hijo, hijo, ¿qué sucede?" Jeff no puede responder. Sus cuerdas vocales están tensas por el llanto. En cambio, la madre de Jeff lleva a su padre en el interior, para romper el hielo con la mala noticia, Jeff se queda afuera y llora en el camino de entrada. Después de una hora Jeff vuelve a entrar a la casa, sólo para ver que sus padres están tristes y decepcionados.
Él no puede mirarlos. Él sólo va a dormir, tratando de que todo el asunto desaparezca de su mente. Pasaron varios días, sin noticias sobre Liu. No hay amigos para pasar el rato. Nada más que tristeza y culpabilidad.
Por lo menos hasta el sábado, cuando Jeff se despertó y vio a su madre con una cara feliz.
"Jeff, hoy es el día" dice mientras abre las cortinas y la luz alumbra el cuarto de Jeff.
"¿Qué, qué día es hoy?" pregunta Jeff semidormido.
"Hoy es el cumpleaños de Billy" le responde su madre, Jeff se despierta rápidamente y le contesta:
"Mamá, debes estar bromeando, ¿verdad?
“Cómo puedes esperar que valla a una fiesta después de...”
Hay una larga pausa.
"Jeff, ambos sabemos lo que pasó. Creo que esta fiesta podría ser lo que ilumine los últimos días. Ahora, vístete." La madre de Jeff sale de la habitación y baja para prepararse.
Jeff lucha por levantarse, realmente no tiene ánimos de hacerlo. Elige al azar una camisa y un par de pantalones vaqueros y baja por las escaleras.
Él ve a su madre y padre vestidos muy formalmente, su madre con un vestido y su padre en un traje. Piensa, ¿por qué usan ropa elegante para la fiesta de un niño?
"¿Hijo, es eso lo que vas a usar?"
"Mejor ve y busca otra cosa" dice la madre de Jeff, evitando esa sensación de gritarle y lo oculta con una sonrisa.
"Jeff, a esta fiesta tienes que ir bien vestido, si quieres causar una buena impresión." dice su padre. Jeff empieza a gruñir y vuelve a subir a su habitación.
"¡No tengo nada de ropa elegante!" grita por las escaleras.
"Sólo tienes que elegir algo." dice su madre.
Mira a su alrededor pero no encuentra nada "elegante". En su armario encuentra un par de pantalones de vestir negros que tenía para las ocasiones especiales. Jeff no puede encontrar una camisa que convine. Mira a su alrededor, y sólo encuentra camisas a rayas y estampados. Ninguno de ellos va con pantalones de vestir. Finalmente se encuentra con una sudadera con capucha blanca, tendida en una silla y se la pone. Él baja por las escaleras para decirles a sus padres que está listo.
"¿Eso es lo que llevarás ?" le preguntan sus padres. Su madre mira su reloj. "Oooh, no hay tiempo para cambiarse, vámonos de una vez" y cruzan la calle hacia la casa de Billy y Bárbara.
Tocan a la puerta y sale Bárbara junto a sus padres, quienes los invitan pasar, mientras caminan dentro de la casa pueden apreciar que sólo hay adultos, ningún niño.
"Los chicos están en el patio, Jeff… ¿qué te parece si vas a conocer a algunos de los niños?" dice Bárbara.
eff camina fuera de un patio lleno de niños. Están corriendo en trajes de vaqueros y se disparan los unos a los otros con pistolas de plástico. Jeff únicamente se queda de pie mirándolos jugar, De repente un chico se le acerca y le entrega una pistola de juguete y un sombrero.
"Hey, ¿no quieres jugar?" , dice.
"Ah, no creo, eso es para niños, estoy demasiado viejo para estas cosas." El chico lo mira con una cara de cachorrito raro.
"Porfa" dice el niño. "Está bien", dice Jeff.
Se pone el sombrero y empieza a fingir disparar a los niños. Al principio piensa que es totalmente ridículo, pero luego comienza a sentir que es realmente divertido. Puede que no sea algo súper genial, pero es la primera vez que él ha hecho algo que tiene fuera de su mente a Liu.
Así que juega con los niños por un rato, hasta que escucha un ruido. Es un extraño ruido como de ruedas. Luego, algo lo golpea. Cuando reacciona, ve a Randy, Troy, y Keith, todos saltan la valla en sus patinetas. Jeff deja caer el arma de juguete y se quita el sombrero. Randy mira a Jeff con un ardiente odio.
"Hola Jeff, tenemos algunos asuntos pendientes." dice Randy.
Jeff ve su nariz magullada por culpa del golpe del objeto que le lanzaron.
"Creo que estamos a mano, después de todo los vencí a todos ustedes… ¡son una mierda!" le respondió Jeff.
Randy tiene una mirada de enojo en su rostro.
"Oh, no, no hay manera de que me ganaras, de todas formas te pateare el culo ahora.
Randy se lanza sobre Jeff.
Los dos caen al suelo. Randy golpea a Jeff en la nariz, y Jeff lo agarra por las orejas y le da de cabezazos. Jeff empuja a Randy lejos de él y ambos se ponen de pie.
Los niños gritaban y corrían hacia sus padres quienes aún estaban dentro de la casa.
Troy y Keith sacan pistolas de sus bolsillos y gritan: Será mejor que nadie nos interrumpa.
Randy saca un cuchillo y apuñala a Jeff en su hombro.
Jeff grita y cae de rodillas. Randy empieza a darle patadas en la cara.
Después de tres patadas Jeff le agarra el pie y lo tuerce, Randy cae al suelo.
Jeff se levanta y camina hacia la puerta de atrás, sin embargo Troy lo agarra.
"¿Necesitas ayuda?" Troy le dice a Randy. Toma a Jeff por el cuello y lo lanza hacia el patio, cuando Jeff trata de ponerse de pie, recibe una patada por parte de Randy, el repite esto en varias ocasiones hasta que Jeff empieza a toser sangre.
"Vamos Jeff, pelea conmigo!" toma a Jeff y lo lanza a la cocina. Randy ve una botella de vodka en la mesa y rompe el cristal sobre la cabeza de Jeff.
"¡Pelea!" grita Randy, mientras lanza de nuevo a Jeff en la sala de estar.
"Vamos Jeff, ¡mírame!" Jeff levanta la vista, con el rostro lleno de sangre. "¡Yo fui el que consiguió que tu hermano fuera a prisión, y ahora sólo vas a sentarte aquí y dejar que se pudra allí durante un año entero!
¡Deberías avergonzarte!!
Jeff empieza a levantarse.
"Oh, ¡por fin! Parece que ya quieres pelear! Jeff está a sus pies, con la sangre y el vodka en su rostro.
Una vez más tiene esa extraña sensación, la que no había sentido durante un tiempo.
"Por fin, ¡vamos arriba!" Randy dice mientras corre hacia Jeff.
En ese momento algo sucede dentro de Jeff.
Su mente se destruye, todo pensamiento racional se ha ido, todo lo que puede hacer es matar. Él agarra a Randy y lo tira hacia el suelo, se pone encima de él y lo golpea directamente en el corazón. El golpe hace que el corazón de Randy se pare. Randy empieza a jadear mientras intenta tomar aire. Jeff toma un martillo que se encontraba cerca, y golpe tras golpe, acaba con Randy, la sangre brota de su cuerpo, hasta que toma un último aliento, y muere.
Todo el mundo está mirando a Jeff ahora. Los padres, los niños llorando, incluso Troy y Keith. A pesar de que se rompen fácilmente con su mirada, ellos deciden apuntar sus armas hacia Jeff.
Jeff al ver los cañones apuntando en él, corre hacia las escaleras. Mientras corre, Troy y Keith abren fuego… cada disparo perdido. Jeff sube corriendo las escaleras.
Oye a Troy y a Keith mientras lo persiguen. Al parecer ya dejaron escapar sus últimas rondas de balas. Jeff se mete en el baño. Toma el estante de la toalla y lo arranca de la pared.
Troy y Keith entran al baño armados con cuchillos.
Troy intenta apuñalar a Jeff, éste lo esquiva y lo golpea fuertemente en cara con el estante. Troy se queda todo tieso y ahora el único que queda es Keith.
Él es más ágil que Troy, sin embargo mientras esquivaba los golpes de Jeff, Keith dejó caer el cuchillo, agarró por el cuello a Jeff y lo empujó contra la pared.
Lo cual hizo que, un recipiente con lejía que estaba en el estante superior, callera sobre ellos. Se quemaron los dos y ambos comenzaron a gritar. Jeff se secó los ojos lo mejor que pudo. Tomó nuevamente el estante de la toalla, y con él golpeó a Keith en la cabeza. Mientras yacía allí, desangrándose, se le escapó una sonrisa siniestra.
¿Qué es tan gracioso?" preguntó Jeff.
Keith sacó un encendedor y lo encendió. "Lo que es gracioso", dijo "¿Es que tú estás cubierto con la lejía y alcohol."
Keith tiró el encendedor sobre Jeff. Tan pronto como la llama entró en contacto con él, las llamas encendieron el alcohol en el vodka. Mientras que el alcohol le quemaba, la lejía le blanqueó la piel.
Jeff dejó escapar un grito terrible. Trató de extender el fuego, pero no sirvió de nada, el alcohol había hecho un infierno en él. Corrió por el pasillo, y cayó por las escaleras. Todo el mundo empezó a gritar al ver a Jeff, ahora un hombre en llamas, tirado en el suelo, casi muerto.
Lo último que vio Jeff era a su madre y a los otros padres de familia tratando de apagar las llamas. Fue entonces cuando perdió el conocimiento.
Cuando Jeff se despertó tenía un yeso envuelto alrededor de su rostro. No podía ver nada, pero sintió otro yeso en su hombro, y puntos en todo el cuerpo. Trató de levantarse, pero se dio cuenta de que había un tubo en su brazo, y cuando intentó levantarse se cayó, una enfermera se apresuró a ayudarlo.
"No creo que pueda salir de la cama todavía." dijo al ponerlo de nuevo en su cama y volver a insertar el tubo. Jeff se sentó allí, sin visión ni idea de lo que su entorno era. Finalmente, después de unas horas, escuchó a su madre.
"Cariño, ¿estás bien?" le preguntó. Jeff no podía responder, su rostro estaba cubierto, y él era incapaz de hablar.
"Cariño, tengo una gran noticia. Después de que todos los testigos le dijeron a la policía lo que pasó en la fiesta, ellos decidieron dejar ir a Liu."
Esto hizo que Jeff casi saltará de la cama, deteniéndose a mitad de camino, recordando el tubo que sale de su brazo. "Él va a estar aquí para mañana y luego los dos serán capaces de estar juntos de nuevo."
Su madre lo abrazó y le dijo adiós.
El siguiente par de semanas fueron aquellos en los que Jeff fue visitado por su familia.
Entonces llegó el día en que sus vendas iban a ser removidas.
Su familia estaba allí para verlo, esperaron hasta que fuera removido el último vendaje de la cubierta en su cara.
"Vamos a esperar lo mejor", dijo el médico. Rápidamente tiró de la última venda, dejando expuesto el rostro de Jeff.
La madre de Jeff dio gritos al ver su rostro. Jeff notó los rostros atemorizados de Liu y su padre
"¿Qué? ¿Qué pasó con mi cara?" dijo Jeff. Salió corriendo de la cama y corrió hacia el baño. Se miró en el espejo y vio la causa de la angustia. Su rostro. Es... es horrible.
Sus labios se quemaron, ahora parecen una sombra profunda de color rojo. La piel en su rostro se convirtió en un color blanco puro, y su pelo chamuscado cambió de marrón a negro. Poco a poco, puso su mano sobre su rostro. Se sentía como una especie de cuero.
Volvió a mirar a su familia y luego de nuevo se miró en el espejo.
"Jeff" dijo Liu, "No está tan mal ...."
"¿No es tan malo?" dijo Jeff, "¡Es perfecto!" Su familia quedó completamente sorprendida.
Jeff comenzó a reír incontrolablemente, sus padres notaron que sus manos temblaban.
"Uh... Jeff, ¿estás bien?"
"¿Estar bien? ¡Nunca me he sentido más feliz! Ja, Ja, Ja, Ja, Jaaaaaa, mírenme, este rostro combina a la perfección conmigo!"
No podía parar de reír. Él se acarició el rostro, mientras se miraba en el espejo.
¿Por qué se comportaba así? Bueno, ustedes recordarán que cuando Jeff peleó con Randy algo en su mente, su cordura, se rompió. Ahora se quedó como una máquina de matar demente, sin embargo, sus padres no lo sabían.
"Doctor" dijo la madre de Jeff, "¿Está bien mi hijo... bueno, ya sabe, en la cabeza?"
"Oh sí, este comportamiento es típico de los pacientes que han tenido grandes cantidades de calmantes para el dolor. Si su comportamiento no cambia en unas pocas semanas, tráiganlo de vuelta aquí, y vamos a hacerle un examen psicológico."
"Oh, gracias doctor." La madre de Jeff se acercó a él y le dijo:
"Jeff, cariño, es hora de irse."
Jeff mira hacia otro lado del espejo, su cara todavía forma una sonrisa loca. "Ay mamá, ja, ja, jaaaaaaaaaaaa!" su madre lo llevó por el hombro y lo llevó a tomar su ropa.
"Esto es lo que traía", dijo la señora de la recepción. La madre de Jeff miró hacia abajo sólo para ver los pantalones de vestir negro y la sudadera blanca que llevaba a su hijo. Ahora estaban limpias de sangre. La madre de Jeff lo llevó a su habitación y le hizo poner su ropa. Luego se fueron, sin saber que ese sería su último día de vida.
Más tarde esa noche, la madre de Jeff se despertó con un sonido que provino del cuarto de baño. Sonaba como si alguien estuviera llorando. Poco a poco se acercó a ver lo que era.
Cuando ésta se asomó en el baño vio un espectáculo horrendo. Jeff había tomado un cuchillo y se había tallado una sonrisa en las mejillas.
"Jeff, ¿qué estás haciendo?" preguntó a su madre.
Jeff miró a su madre. “No podía seguir sonriendo mamá. Me dolió después de un tiempo, ahora, puedo sonreír para siempre”. La madre de Jeff notó sus ojos, rodeados de negro.
"¡Jeff tus ojos!" Sus ojos estaban aparentemente sin parpados, no se cerraban.
"No podía ver mi rostro, me cansé y mis ojos comenzaron a cerrarse, me quemé los párpados, ahora siempre podré ver... mi nuevo rostro"
La madre de Jeff comenzó lentamente a retroceder, al ver que su hijo se estaba volviendo loco.
“¿Qué pasa mamá? ¿Acaso no soy hermoso?”
"Sí, hijo" su madre dijo "Sí lo eres, déjame ir a buscar a papá, para que pueda ver tu bello rostro." Ella corrió a la habitación y sacudió al padre de Jeff.
"Mi amor, saca el arma que....." Se detuvo cuando vio a Jeff en la puerta, con un cuchillo.
"Mami, me mintió." Eso es lo último que dijo Jeff, antes de correr hacia ellos sólo para eviscerarlos.
Su hermano Liu se despertó sobresaltado por un ruido. No oyó nada más, por lo que sólo cerró los ojos y trató de volver a dormir. Cuando estaba en la frontera del sueño, tuvo la extraña sensación de que alguien lo estaba observando.
Miró hacia arriba, antes de poder decir algo, la mano de Jeff cubrió su boca. Poco a poco levantó el cuchillo listo para acabar con Liu.
Liu lucho constantemente para no ser presa de Jeff, pero fue en vano.
"Shhhhhhh", dijo Jeff: "Sólo tienes que ir a dormir."
"¿Ah sí? ¿Y qué vas a hacer?" dice Randy con una voz burlesca, mientras pasa el cuchillo frente la cara de Jeff, Jeff en un movimiento rápido toma la muñeca de Randy y se la rompe, Randy soltó un terrible grito y Jeff tomó el cuchillo de su mano. Troy y Keith se asustaron y trataron de huir, pero Jeff es demasiado rápido. Lanza a Randy al suelo y arremete contra Keith, lo apuñala en el brazo. Keith se quita el cuchillo y lo deja caer al piso, Keith cae al suelo gritando. Troy corre, pero Jeff logra alcanzarlo, no necesita ni siquiera el cuchillo. Él sólo le dio de golpes a Troy directamente en el estómago con toda su fuerza. A medida que cae, troy vomita todo. Liu no puede hacer nada sino mirar con asombro a Jeff.
"Jeff, ¿cómo?", eso es todo lo que Liu dice. Ellos ven el autobús que viene y saben que serán culpados por todo el asunto. Así que empiezan a correr tan rápido como les es posible. Mientras corren, miran hacia atrás y logran ver al conductor del autobús corriendo hacia Randy y los otros. Cuando Jeff y Liu llegaron a la escuela, no se atrevieron a contar lo que pasó. Todo lo que hacen es sentarse y escuchar. Liu pensó que su hermano sólo había golpeado a unos cuantos chicos, pero Jeff sabía que era algo más. Era algo aterrador, la sensación de ser poderoso, la necesidad de, lastimar a alguien.
No le gustaba cómo sonaba, pero no pudo evitar sentirse feliz. Sentía que esa extraña sensación desaparecía, y se mantuvo alejada durante todo el día.
Cuando llegó a casa sus padres le preguntaron cómo fue su día, a lo que Jeff respondió con una voz un tanto desanimada: "Fue un día maravilloso."
A la mañana siguiente, oyó que llamaban a su puerta. Caminó hacia abajo para encontrar a dos policías en la puerta y a su madre mirándolo con una mirada de enojo.
"Jeff, estos oficiales me dicen que atacaste a tres niños, que no fue una pelea normal, y que fueron apuñalados."
La mirada de Jeff cayó al suelo, mostrando a su madre que era cierto.
Jeff le contestó rápidamente a su madre:
"Mamá, fueron ellos los que nos atacaron a mí, y a Liu".
"Hijo" dijo uno de los policías, "encontramos a tres chicos, dos apuñalados y uno tiene un moretón en el estómago, tenemos varios testigos que los vieron huyendo de la escena. Ahora, ¿qué nos dice eso?". Jeff sabía que era inútil. Él podía decir que él y Liu habían sido atacados por ellos, pero no había pruebas de que no fueron ellos quienes atacaron primero. No podría decir que no estaban huyendo, porque a decir verdad si lo hacían. Así que Jeff no podía defenderse a sí mismo o Liu.
"Hijo, llama a tu hermano." Jeff no podía hacerlo, ya que fue él quien golpeó a todos los niños.
"Señor... fui yo." Dijo Jeff, "yo fui quien atacó a los niños, Liu trató de detenerme, pero no pudo." El policía miró a su compañero y ambos se sorprendieron.
"Bueno, chico, parece que te espera un año en prisión...”
"¡Esperen!" gritó Liu. Todos se sorprendieron al verlo con un cuchillo. Los oficiales sacaron sus armas y apuntaron a Liu.
"Esperen por favor, no disparen, Jeff es inocente yo hice todo, perdí el control, me golpearon un poco esos punks y me enojé. Tengo las marcas para probarlo." Él levantó su camisa para revelar heridas y moretones, como si hubiera estado en una lucha.
"Hijo, sólo tienes que dejar el cuchillo", dijo el oficial. Liu levantó el cuchillo y lo dejó caer al suelo. Él levantó las manos y se acercó a los oficiales.
"No, Liu fui yo, ¡Yo Lo hice!" decía Jeff con lágrimas corriendo por su rostro.
"¿Eh?, pobre hermano, tratando de tomar la culpa de lo que hice" dijo Liu.
La policía llevó a Liu a la patrulla.
"¡Liu, diles que fui yo, diles, yo fui quien golpeó a los niños!" La madre de Jeff puso las manos sobre sus hombros.
"Jeff, por favor, no tienes que mentir, sabemos que fue Liu, puedes detenerte." Jeff observa con impotencia cómo la patrulla se lleva a Liu en su interior. Unos minutos más tarde, el padre de Jeff se detiene en el camino de entrada, ve la cara de Jeff y sabe que algo anda mal.
"Hijo, hijo, ¿qué sucede?" Jeff no puede responder. Sus cuerdas vocales están tensas por el llanto. En cambio, la madre de Jeff lleva a su padre en el interior, para romper el hielo con la mala noticia, Jeff se queda afuera y llora en el camino de entrada. Después de una hora Jeff vuelve a entrar a la casa, sólo para ver que sus padres están tristes y decepcionados.
Él no puede mirarlos. Él sólo va a dormir, tratando de que todo el asunto desaparezca de su mente. Pasaron varios días, sin noticias sobre Liu. No hay amigos para pasar el rato. Nada más que tristeza y culpabilidad.
Por lo menos hasta el sábado, cuando Jeff se despertó y vio a su madre con una cara feliz.
"Jeff, hoy es el día" dice mientras abre las cortinas y la luz alumbra el cuarto de Jeff.
"¿Qué, qué día es hoy?" pregunta Jeff semidormido.
"Hoy es el cumpleaños de Billy" le responde su madre, Jeff se despierta rápidamente y le contesta:
"Mamá, debes estar bromeando, ¿verdad?
“Cómo puedes esperar que valla a una fiesta después de...”
Hay una larga pausa.
"Jeff, ambos sabemos lo que pasó. Creo que esta fiesta podría ser lo que ilumine los últimos días. Ahora, vístete." La madre de Jeff sale de la habitación y baja para prepararse.
Jeff lucha por levantarse, realmente no tiene ánimos de hacerlo. Elige al azar una camisa y un par de pantalones vaqueros y baja por las escaleras.
Él ve a su madre y padre vestidos muy formalmente, su madre con un vestido y su padre en un traje. Piensa, ¿por qué usan ropa elegante para la fiesta de un niño?
"¿Hijo, es eso lo que vas a usar?"
"Mejor ve y busca otra cosa" dice la madre de Jeff, evitando esa sensación de gritarle y lo oculta con una sonrisa.
"Jeff, a esta fiesta tienes que ir bien vestido, si quieres causar una buena impresión." dice su padre. Jeff empieza a gruñir y vuelve a subir a su habitación.
"¡No tengo nada de ropa elegante!" grita por las escaleras.
"Sólo tienes que elegir algo." dice su madre.
Mira a su alrededor pero no encuentra nada "elegante". En su armario encuentra un par de pantalones de vestir negros que tenía para las ocasiones especiales. Jeff no puede encontrar una camisa que convine. Mira a su alrededor, y sólo encuentra camisas a rayas y estampados. Ninguno de ellos va con pantalones de vestir. Finalmente se encuentra con una sudadera con capucha blanca, tendida en una silla y se la pone. Él baja por las escaleras para decirles a sus padres que está listo.
"¿Eso es lo que llevarás ?" le preguntan sus padres. Su madre mira su reloj. "Oooh, no hay tiempo para cambiarse, vámonos de una vez" y cruzan la calle hacia la casa de Billy y Bárbara.
Tocan a la puerta y sale Bárbara junto a sus padres, quienes los invitan pasar, mientras caminan dentro de la casa pueden apreciar que sólo hay adultos, ningún niño.
"Los chicos están en el patio, Jeff… ¿qué te parece si vas a conocer a algunos de los niños?" dice Bárbara.
eff camina fuera de un patio lleno de niños. Están corriendo en trajes de vaqueros y se disparan los unos a los otros con pistolas de plástico. Jeff únicamente se queda de pie mirándolos jugar, De repente un chico se le acerca y le entrega una pistola de juguete y un sombrero.
"Hey, ¿no quieres jugar?" , dice.
"Ah, no creo, eso es para niños, estoy demasiado viejo para estas cosas." El chico lo mira con una cara de cachorrito raro.
"Porfa" dice el niño. "Está bien", dice Jeff.
Se pone el sombrero y empieza a fingir disparar a los niños. Al principio piensa que es totalmente ridículo, pero luego comienza a sentir que es realmente divertido. Puede que no sea algo súper genial, pero es la primera vez que él ha hecho algo que tiene fuera de su mente a Liu.
Así que juega con los niños por un rato, hasta que escucha un ruido. Es un extraño ruido como de ruedas. Luego, algo lo golpea. Cuando reacciona, ve a Randy, Troy, y Keith, todos saltan la valla en sus patinetas. Jeff deja caer el arma de juguete y se quita el sombrero. Randy mira a Jeff con un ardiente odio.
"Hola Jeff, tenemos algunos asuntos pendientes." dice Randy.
Jeff ve su nariz magullada por culpa del golpe del objeto que le lanzaron.
"Creo que estamos a mano, después de todo los vencí a todos ustedes… ¡son una mierda!" le respondió Jeff.
Randy tiene una mirada de enojo en su rostro.
"Oh, no, no hay manera de que me ganaras, de todas formas te pateare el culo ahora.
Randy se lanza sobre Jeff.
Los dos caen al suelo. Randy golpea a Jeff en la nariz, y Jeff lo agarra por las orejas y le da de cabezazos. Jeff empuja a Randy lejos de él y ambos se ponen de pie.
Los niños gritaban y corrían hacia sus padres quienes aún estaban dentro de la casa.
Troy y Keith sacan pistolas de sus bolsillos y gritan: Será mejor que nadie nos interrumpa.
Randy saca un cuchillo y apuñala a Jeff en su hombro.
Jeff grita y cae de rodillas. Randy empieza a darle patadas en la cara.
Después de tres patadas Jeff le agarra el pie y lo tuerce, Randy cae al suelo.
Jeff se levanta y camina hacia la puerta de atrás, sin embargo Troy lo agarra.
"¿Necesitas ayuda?" Troy le dice a Randy. Toma a Jeff por el cuello y lo lanza hacia el patio, cuando Jeff trata de ponerse de pie, recibe una patada por parte de Randy, el repite esto en varias ocasiones hasta que Jeff empieza a toser sangre.
"Vamos Jeff, pelea conmigo!" toma a Jeff y lo lanza a la cocina. Randy ve una botella de vodka en la mesa y rompe el cristal sobre la cabeza de Jeff.
"¡Pelea!" grita Randy, mientras lanza de nuevo a Jeff en la sala de estar.
"Vamos Jeff, ¡mírame!" Jeff levanta la vista, con el rostro lleno de sangre. "¡Yo fui el que consiguió que tu hermano fuera a prisión, y ahora sólo vas a sentarte aquí y dejar que se pudra allí durante un año entero!
¡Deberías avergonzarte!!
Jeff empieza a levantarse.
"Oh, ¡por fin! Parece que ya quieres pelear! Jeff está a sus pies, con la sangre y el vodka en su rostro.
Una vez más tiene esa extraña sensación, la que no había sentido durante un tiempo.
"Por fin, ¡vamos arriba!" Randy dice mientras corre hacia Jeff.
En ese momento algo sucede dentro de Jeff.
Su mente se destruye, todo pensamiento racional se ha ido, todo lo que puede hacer es matar. Él agarra a Randy y lo tira hacia el suelo, se pone encima de él y lo golpea directamente en el corazón. El golpe hace que el corazón de Randy se pare. Randy empieza a jadear mientras intenta tomar aire. Jeff toma un martillo que se encontraba cerca, y golpe tras golpe, acaba con Randy, la sangre brota de su cuerpo, hasta que toma un último aliento, y muere.
Todo el mundo está mirando a Jeff ahora. Los padres, los niños llorando, incluso Troy y Keith. A pesar de que se rompen fácilmente con su mirada, ellos deciden apuntar sus armas hacia Jeff.
Jeff al ver los cañones apuntando en él, corre hacia las escaleras. Mientras corre, Troy y Keith abren fuego… cada disparo perdido. Jeff sube corriendo las escaleras.
Oye a Troy y a Keith mientras lo persiguen. Al parecer ya dejaron escapar sus últimas rondas de balas. Jeff se mete en el baño. Toma el estante de la toalla y lo arranca de la pared.
Troy y Keith entran al baño armados con cuchillos.
Troy intenta apuñalar a Jeff, éste lo esquiva y lo golpea fuertemente en cara con el estante. Troy se queda todo tieso y ahora el único que queda es Keith.
Él es más ágil que Troy, sin embargo mientras esquivaba los golpes de Jeff, Keith dejó caer el cuchillo, agarró por el cuello a Jeff y lo empujó contra la pared.
Lo cual hizo que, un recipiente con lejía que estaba en el estante superior, callera sobre ellos. Se quemaron los dos y ambos comenzaron a gritar. Jeff se secó los ojos lo mejor que pudo. Tomó nuevamente el estante de la toalla, y con él golpeó a Keith en la cabeza. Mientras yacía allí, desangrándose, se le escapó una sonrisa siniestra.
¿Qué es tan gracioso?" preguntó Jeff.
Keith sacó un encendedor y lo encendió. "Lo que es gracioso", dijo "¿Es que tú estás cubierto con la lejía y alcohol."
Keith tiró el encendedor sobre Jeff. Tan pronto como la llama entró en contacto con él, las llamas encendieron el alcohol en el vodka. Mientras que el alcohol le quemaba, la lejía le blanqueó la piel.
Jeff dejó escapar un grito terrible. Trató de extender el fuego, pero no sirvió de nada, el alcohol había hecho un infierno en él. Corrió por el pasillo, y cayó por las escaleras. Todo el mundo empezó a gritar al ver a Jeff, ahora un hombre en llamas, tirado en el suelo, casi muerto.
Lo último que vio Jeff era a su madre y a los otros padres de familia tratando de apagar las llamas. Fue entonces cuando perdió el conocimiento.
Cuando Jeff se despertó tenía un yeso envuelto alrededor de su rostro. No podía ver nada, pero sintió otro yeso en su hombro, y puntos en todo el cuerpo. Trató de levantarse, pero se dio cuenta de que había un tubo en su brazo, y cuando intentó levantarse se cayó, una enfermera se apresuró a ayudarlo.
"No creo que pueda salir de la cama todavía." dijo al ponerlo de nuevo en su cama y volver a insertar el tubo. Jeff se sentó allí, sin visión ni idea de lo que su entorno era. Finalmente, después de unas horas, escuchó a su madre.
"Cariño, ¿estás bien?" le preguntó. Jeff no podía responder, su rostro estaba cubierto, y él era incapaz de hablar.
"Cariño, tengo una gran noticia. Después de que todos los testigos le dijeron a la policía lo que pasó en la fiesta, ellos decidieron dejar ir a Liu."
Esto hizo que Jeff casi saltará de la cama, deteniéndose a mitad de camino, recordando el tubo que sale de su brazo. "Él va a estar aquí para mañana y luego los dos serán capaces de estar juntos de nuevo."
Su madre lo abrazó y le dijo adiós.
El siguiente par de semanas fueron aquellos en los que Jeff fue visitado por su familia.
Entonces llegó el día en que sus vendas iban a ser removidas.
Su familia estaba allí para verlo, esperaron hasta que fuera removido el último vendaje de la cubierta en su cara.
"Vamos a esperar lo mejor", dijo el médico. Rápidamente tiró de la última venda, dejando expuesto el rostro de Jeff.
La madre de Jeff dio gritos al ver su rostro. Jeff notó los rostros atemorizados de Liu y su padre
"¿Qué? ¿Qué pasó con mi cara?" dijo Jeff. Salió corriendo de la cama y corrió hacia el baño. Se miró en el espejo y vio la causa de la angustia. Su rostro. Es... es horrible.
Sus labios se quemaron, ahora parecen una sombra profunda de color rojo. La piel en su rostro se convirtió en un color blanco puro, y su pelo chamuscado cambió de marrón a negro. Poco a poco, puso su mano sobre su rostro. Se sentía como una especie de cuero.
Volvió a mirar a su familia y luego de nuevo se miró en el espejo.
"Jeff" dijo Liu, "No está tan mal ...."
"¿No es tan malo?" dijo Jeff, "¡Es perfecto!" Su familia quedó completamente sorprendida.
Jeff comenzó a reír incontrolablemente, sus padres notaron que sus manos temblaban.
"Uh... Jeff, ¿estás bien?"
"¿Estar bien? ¡Nunca me he sentido más feliz! Ja, Ja, Ja, Ja, Jaaaaaa, mírenme, este rostro combina a la perfección conmigo!"
No podía parar de reír. Él se acarició el rostro, mientras se miraba en el espejo.
¿Por qué se comportaba así? Bueno, ustedes recordarán que cuando Jeff peleó con Randy algo en su mente, su cordura, se rompió. Ahora se quedó como una máquina de matar demente, sin embargo, sus padres no lo sabían.
"Doctor" dijo la madre de Jeff, "¿Está bien mi hijo... bueno, ya sabe, en la cabeza?"
"Oh sí, este comportamiento es típico de los pacientes que han tenido grandes cantidades de calmantes para el dolor. Si su comportamiento no cambia en unas pocas semanas, tráiganlo de vuelta aquí, y vamos a hacerle un examen psicológico."
"Oh, gracias doctor." La madre de Jeff se acercó a él y le dijo:
"Jeff, cariño, es hora de irse."
Jeff mira hacia otro lado del espejo, su cara todavía forma una sonrisa loca. "Ay mamá, ja, ja, jaaaaaaaaaaaa!" su madre lo llevó por el hombro y lo llevó a tomar su ropa.
"Esto es lo que traía", dijo la señora de la recepción. La madre de Jeff miró hacia abajo sólo para ver los pantalones de vestir negro y la sudadera blanca que llevaba a su hijo. Ahora estaban limpias de sangre. La madre de Jeff lo llevó a su habitación y le hizo poner su ropa. Luego se fueron, sin saber que ese sería su último día de vida.
Más tarde esa noche, la madre de Jeff se despertó con un sonido que provino del cuarto de baño. Sonaba como si alguien estuviera llorando. Poco a poco se acercó a ver lo que era.
Cuando ésta se asomó en el baño vio un espectáculo horrendo. Jeff había tomado un cuchillo y se había tallado una sonrisa en las mejillas.
"Jeff, ¿qué estás haciendo?" preguntó a su madre.
Jeff miró a su madre. “No podía seguir sonriendo mamá. Me dolió después de un tiempo, ahora, puedo sonreír para siempre”. La madre de Jeff notó sus ojos, rodeados de negro.
"¡Jeff tus ojos!" Sus ojos estaban aparentemente sin parpados, no se cerraban.
"No podía ver mi rostro, me cansé y mis ojos comenzaron a cerrarse, me quemé los párpados, ahora siempre podré ver... mi nuevo rostro"
La madre de Jeff comenzó lentamente a retroceder, al ver que su hijo se estaba volviendo loco.
“¿Qué pasa mamá? ¿Acaso no soy hermoso?”
"Sí, hijo" su madre dijo "Sí lo eres, déjame ir a buscar a papá, para que pueda ver tu bello rostro." Ella corrió a la habitación y sacudió al padre de Jeff.
"Mi amor, saca el arma que....." Se detuvo cuando vio a Jeff en la puerta, con un cuchillo.
"Mami, me mintió." Eso es lo último que dijo Jeff, antes de correr hacia ellos sólo para eviscerarlos.
Su hermano Liu se despertó sobresaltado por un ruido. No oyó nada más, por lo que sólo cerró los ojos y trató de volver a dormir. Cuando estaba en la frontera del sueño, tuvo la extraña sensación de que alguien lo estaba observando.
Miró hacia arriba, antes de poder decir algo, la mano de Jeff cubrió su boca. Poco a poco levantó el cuchillo listo para acabar con Liu.
Liu lucho constantemente para no ser presa de Jeff, pero fue en vano.
"Shhhhhhh", dijo Jeff: "Sólo tienes que ir a dormir."
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